Picor, dolor y un leve sangrado durante las relaciones sexuales, necesidad frecuente de orinar y cierto ardor en la zona íntima. Éstos son algunos de los síntomas de un mal que afecta a las mujeres cuando se acercan a su menopausia. Se trata de la llamada sequedad vaginal.
Aunque la sequedad vaginal es más frecuente que aparezca en mujeres de 50 años, puede afectar a cualquier edad. No se trata de una alteración grave en el organismo, pero sí que es muy molesta para aquellas que la sufren, ya que, por ejemplo, las relaciones íntimas se pueden volver algo incómodas para la mujer.
La principal consecuencia de la sequedad vaginal es la falta de lubricación natural de la vagina. Muchas mujeres que padecen esto no lo consultan a su ginecólogo porque piensan que es un problema normal que va asociado a la edad y que, por tanto, tiene poca o ninguna solución. Pero se equivocan.
Una de las principales recomendaciones de los médicos es acudir al especialista, en este caso, al ginecólogo, cuando se note picazón en la zona genital, dolor e incluso sangrado no habitual. Al acudir al ginecólogo, el médico podrá evaluar la situación y ofrecer alternativas para mejorar la calidad de vida de la paciente. Y es que la sequedad vaginal también puede hacer más propensas las infecciones vaginales.
Entre los remedios que se suelen aplicar para paliar la sequedad vaginal destacan las cremas hidratantes para retener el agua de la vagina y mantener su hidratación. Sin embargo, su uso, que debe ser frecuente, no resuelve el problema de sequedad vaginal.
Estimular la producción de colágeno
Hay una solución mejor que sí que mejorará la vida cotidiana de la mujer que sufre de sequedad vaginal. Se trata del láser. El láser es una técnica ambulatoria, mínimamente invasiva, que utiliza el calor para estimular la producción de colágeno de las células de la zona vaginal y sustituir las capas más secas de la piel por células nuevas. No requiere de anestesia y apenas tiene efectos secundarios.
De lo que se ocupa el láser vaginal es de favorecer la recuperación de las células de la mucosa vaginal rejuveneciendo su aspecto y funcionalidad. Este rejuvenecimiento mejora la calidad de las relaciones sexuales, tratando el picor propio de la sequedad vaginal de una forma natural y mejor que las cremas contra la sequedad vaginal.
Los resultados son rápidos y visibles. Dependiendo del grado de atrofia vaginal, la paciente puede necesitar entre 2 y 3 sesiones de láser vaginal. No obstante, es conveniente dejar un mes entre sesión y sesión.
Como se ha comentado anteriormente, el tratamiento es ambulatorio, no requiere de hospitalización ni postoperatorio. Además, la sesión suele durar unos quince minutos aproximadamente y tras el mismo la paciente podrá hacer inmediatamente vida normal. Es conveniente evitar relaciones sexuales durante la semana posterior al tratamiento. Pasado este tiempo, la paciente podrá ver cómo puede recuperar su vida normal sin molestias en la zona.