Si te duele la cabeza, tienes fiebre, dolor de estómago o cualquier otra dolencia, seguro que lo primero en lo que pensarás será en pedir cita con tu médico de cabecera. O, al menos, así es como deberías proceder para iniciar un tratamiento médico y recuperar un buen estado de salud. ¿Sabes que la figura de este profesional sanitario es muy importante para tu salud? Te contamos por qué.
El médico de atención primaria o médico de familia es un pilar fundamental en la asistencia sanitaria. Este profesional se ocupa de atender a las personas con problemas comunes brindando una asistencia integral, continua y muy cercana al paciente.
¿Has contado las veces que has acudido a tu médico de cabecera en los últimos años? Seguramente le has visto más que a cualquier otro médico especialista. Suele tratar casos que no revisten urgencia, además de atender al paciente de manera preventiva. Es él el que evalúa la urgencia de los problemas médicos y quien te guiará hacia el lugar donde mejor puedes recibir atención.
Por ejemplo, supongamos que acudes a tu médico de cabecera aquejado de fuertes vértigos o mareos. Tras una exploración previa en la que el doctor mirará a ver si se trata de algún problema auditivo o de un resfriado, si no observa nada anómalo, es probable que solicite que te hagas un análisis de sangre para descartar cualquier irregularidad sanguínea. Tras conocer los resultados del estudio y si a pesar del correspondiente tratamiento sigues manifestando los mareos es probable que te derive al especialista para descartar un problema mayor.
Previenen enfermedades
Acudir de manera regular al médico de familia es muy importante para la salud. Son especialistas que se preocupan por evitar que se pueda producir una enfermedad en el futuro. De hecho, tienen una labor preventiva. Entre su cometido está el de mandar regularmente al paciente a que se someta controles rutinarios como análisis de sangre o envía a las mujeres al ginecólogo para que se hagan chequeos periódicos, sobre todo una vez cumplen cierta edad.
Una de las grandes ventajas de acudir a estos profesionales es que generalmente te han tratado a lo largo de varios años, por lo que se conoce bien tu historia clínica y tienen un trato mucho más cercano que cualquier médico especialista, más acostumbrados a tratar casos urgentes que no ocurren de manera periódica.
¿Qué trata un médico de familia?
Un médico de familia trata las enfermedades más comunes y las crónicas no transmisibles como es la diabetes, entre otras. Están, asimismo, capacitados para hacer un seguimiento de los embarazos y para abordar pequeños problemas ginecológicos. No obstante, cuando se trata de un problema que reviste mayor complicación, su función es derivar al paciente al especialista correspondiente.
La cercanía, la prevención y la preocupación por sus pacientes va en el ADN de cualquier médico de cabecera. Visitándolo regularmente seguro que conservarás una salud de hierro.